INNOVA Research Journal 2019, Vol 4, No. 3, pp.108-115
Temporetti, F. (2006) “las prácticas educativas constituyen encuentros humanos intersubjetivos”,
en donde alumno y profesor interactúan, transfieren creencias, sentimientos, intenciones; la base
de dicha interacción está conformada de la propia historia personal del docente.
La mencionada interacción entre educador y estudiante da como consecuencia la
construcción de conocimientos o en ciertas ocasiones lo reemplaza a través de prácticas
educativas, pero en ella se debe según Linaza (2002) “comprender el sentido que tiene la acción
complementaria del otro en el logro de dicho objetivo”. Para poder llegar alcanzar esto debe
existir la confianza entre ellos. En otras palabras, el docente requiere creer en las capacidades de
aprender que cada alumno, para así ellos se sientan incentivados y motivados y de esa forma se
desempeñarán de una manera más eficaz en comparación a otros se sientan inferior a pesar que
tengan las mismas capacidades intelectual.
También hay que considerar que, así como el docente debe creer en las capacidades del
alumno de la misma forma ellos deben creer que el profesor va a realizar un aporte significativo
y positivo en el proceso del aprendizaje. Si no existe una sincronía de intercambio de
conocimientos adecuada entre ambos y si uno de ellos considere que no tiene nada de aprender o
enseñar. Esto va a provocar en el estudiante principalmente una actitud negativa y desinteresada
hacia la clase o carrera elegida. Ocasionando el fracaso y abandono de la misma, ya que dicho
proceso de aprendizaje resulta una pérdida de tiempo y frustración para ambos.
A lo largo de la historia respecto a la relación entre el aprendizaje y enseñanza, estas han
variado de un lado al otro tal como lo explica el Linaza (2002) “el sujeto como recipiente pasivo
de las asociaciones, los condicionamientos, los refuerzos (en el enfoque conductista), o de la
estructuración, la programación, etc. (en los enfoques cognitivos), o como sujeto activo, que
construye, no sólo sus propios conocimientos, sino hasta las mismas estructuras u órganos con
los que poder conocer (en los enfoques constructivistas derivados de autores como Piaget o
Vygotski)”. Pero podemos indicar que la más dominante hoy en día en la psicología es
cognitivismo, es principalmente como la manera que es procesada e interpretada la información.
A pesar que esta no es capaz de coordinar ambos procesos dentro del proceso de educación.
Acotando que luego de una investigación dentro de la población de estudiantes se
encontraron variables psicológicas y educativas siendo las más determinante para el éxito o
fracaso. Dichas variables son como lo establece Cabrera, L., Bethencourt, J., Álvarez, P. &
González M. (2006) “La revisión de la literatura científica nos ha permitido detectar
investigaciones previas que vienen confirmando la relación existente entre la decisión de
abandonar y las variables de carácter psicopedagógico tales como, las estrategias de aprendizaje,
la capacidad para demorar las recompensas, la calidad de la relación profesorado-alumnado, la
capacidad para superar los obstáculos y dificultades, la capacidad para mantener claras las metas
de largo plazo, la habilidad para fijar firmemente el rumbo o dirección de futuro, la pericia en el
logro de las metas académicas y la reducción del tiempo de egreso, etc.”.
Por esa razón se debe implementar estrategias de aprendizajes con el fin de lograr un
incremento en las tazas de retención entre los alumnos quienes ingresan por primera vez a la
universidad. Al mismo tiempo se puede identificar variables psicológicas y evolutivas muy
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