INNOVA Research Journal 2019, Vol 4, No. 3, pp.170-184
Breve Reseña Histórica
La investigación social cuantitativa originalmente nace como respuesta a los resultados
empíricos de las Ciencias Naturales en el siglo XIX. Una de las consecuencias de este hecho fue
que los primeros investigadores sociales se propusieran adoptar en sus estudios lo que en aquella
época se conocía como el Método Científico.
Este método ha venido evolucionando en el pensamiento occidental desde la mitad del
siglo XVI, es decir, desde el Período de la Ilustración, a través del trabajo de filósofos y
estudiosos como Copérnico, Bacon, Galileo, Kepler, Newton, Descartes, Hume, Compte, y
Pierce (Garrat & Li, 2005). Básicamente, el Método Científico postula tres etapas elementales en
el proceso de investigación: observación del fenómeno o identificación de un problema, la
creación de una hipótesis inicial, y la comprobación de la hipótesis por medio de la recolección y
análisis de datos empíricos, utilizando procedimientos estandarizados. Cuando la hipótesis ha
sido exitosamente comprobada y posteriormente validada a través de un proceso de replicación,
ésta es aceptada como una teoría o ley científica. Al mismo tiempo, el método científico ofrece
una herramienta para explorar preguntas de una manera objetiva, minimizando la influencia del
sesgo o prejuicio del investigador; el resultado, por lo tanto, según los estudiosos del área, es una
descripción precisa y confiable del mundo que nos rodea (Dornyei, 2007).
El Método Científico estaba bastante asociado con valores numéricos y con la estadística.
En este contexto, Lord Rutherford solía decir que cualquier conocimiento que no podía ser
medido numéricamente era un conocimiento pobre; por lo tanto, para que una persona pueda ser
un científico, era necesario que tenga la capacidad de medir empíricamente el objeto de estudio
y, preferiblemente, realizar experimentos. En este escenario, para poder cumplir con las
exigencias cuantitativas que la popularidad del Método Científico impuso a las emergentes
Ciencias Sociales, la Estadística se convirtió en una subdisciplina integral de las Matemáticas a
finales del siglo XIX. En este contexto, la contribución del académico Francis Galton fue
significativa, ya que estableció métodos de recolección y análisis de datos cuantitativos en la
Psicología a finales del siglo XIX. De esta manera, Galton introdujo las pruebas psicológicas, el
uso de cuestionarios, y creó los conceptos estadísticos de regresión y correlación.
A mediados del siglo XX, se dieron una gran cantidad de avances tanto en el Método
Científico, básicamente a través del trabajo de Karl Popper, como en la Estadística, con
Spearman, Fisher, Nyeman y Pearson; es hecho dio lugar al uso creciente de la metodología
cuantitativa en las Ciencias Sociales (Dornyei, 2007). Como resultado de este progreso, las
Ciencias Sociales adquirieron madurez y obtuvieron la reputación de ser capaces de estudiar al
ser humano científicamente tanto a nivel individual como a nivel de sociedad. A mediados del
siglo XX, y debido a los avances en la Psicometría – una subdisciplina de la Psicología que se
centra en la medición – la teoría clásica de las pruebas, el diseño experimental, la investigación
por encuestas, la teoría sobre cuestionarios y la estadística multivariable, es decir, la metodología
cuantitativa se tornó dominante en las Ciencias Sociales. Sin embargo, esta hegemonía empezó a
cambiar la década de los setenta como resultado de los retos y avances de la investigación
cualitativa, dando lugar a una reestructuración en la metodología de la investigación.
Actualmente, en varias áreas de las Ciencias Sociales, se puede notar una coexistencia pacífica
entre el método cuantitativo y el cualitativo.
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