INNOVA Research Journal 2018, Vol 3, No. 6, pp. 168-176
Los estudios realizados por los autores, los niños/as deben desarrollarse en un ambiente
agradable y lleno de estímulos, caso contrario los aprendizajes serán limitados. Si la maestra
parvularia no es quien le da la posibilidad al niño de sumergirse a un nuevo mundo, nadie más se
la va a dar. El análisis de esta investigación me lleva a confirmar que muchas instituciones
carecen de buen material didáctico y que además no todas las maestras tienen los estudios
necesarios para llevar a cabo una verdadera enseñanza.
Según (Barca, Almeida,Porto-Rioboo,Peralbo & Brenlla, 2012), en la investigación
realizada en su artículo científico, nos indican afirmando que todos los resultados son: Las
principales variables motivacionales y de estrategias que afectan al rendimiento académico, de
manera positiva o negativa, proporcionan información fehaciente para poder determinar cómo el
profesorado puede apoyarse, en su función docente, en aquellas variables de estrategias de
aprendizaje de organización, comprensión, en las estrategias de apoyo, así como en las de
autoeficacia ya que, sin duda, facilitarán la motivación para el aprendizaje y, en definitiva, para
el rendimiento académico.
La motivación escolar es inherente a los procesos enseñanza – aprendizaje, migrando a
nuevos procedimientos basados en experiencias previas las cuales permitan planear nuevos
procesos que favorezcan el descubrimiento, la construcción y apropiación de nuevos
conocimientos por parte de los educandos, empleando para ello estrategias flexibles y
modificables de acuerdo con las características de lo que se aprende, y muy especialmente, de
quién aprende.
Realmente es la maestra quien debe ser la motivadora y promotora de nuevos
aprendizajes y la institución quien aporte con la ayuda de todo el material didáctico posible. En
este mismo sentido, actualmente se habla de un aprendizaje más dinámico con los infantes,
puesto que su mayor atracción es el juego, por lo tanto, la motivación y la planificación de las
clases deben girar en torno a ello, es decir, buscar que, a través del juego e interacción con los
materiales didácticos, el estudiante adquiera las habilidades requeridas en su proceso formativo.
(Rodríguez, 2012), en su ensayo abordo que: Son ambientes de aprendizaje, que
elementos lo constituyen, sobre las condiciones necesarias para su creación y el papel que juega
el facilitador al propiciar ambientes de aprendizajes idóneos al desarrollo de las competencias de
los estudiantes.
La función del profesional es crear un clima de seguridad y confianza, manteniendo
relaciones personales positivas con alumnado y familias, con el objetivo de conseguir que sea
eficaz el “ambiente de aprendizaje” que les ofrece. ¿Cómo? Seleccionando y organizando
materiales, distribuyéndolos en el espacio, organizando el tiempo, con propósitos educativos
permitiendo la mayor implicación del alumno/a en su propio aprendizaje, gestionando
democráticamente.
Por otro lado, los estudios también permitieron afirmar que los materiales didácticos no
se limitan al enriquecimiento o evaluación de los saberes transmitidos, sino que son un soporte
de ese proceso de aprendizaje didáctico o dinámico. Por ello, es por lo que debe ser pensado el
Revista de la Universidad Internacional del Ecuador. URL: https://www.uide.edu.ec/
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