INNOVA Research Journal2018. Vol. 3, No.11 pp. 109-118
Por otro lado, para la UNCTAD, (2006) y citado por Casani, Rodríguez-Pomeda, y
Sánchez (2011), la economía creativa, se encuentra en evolución y está basada en el potencial de
los activos creativos para generar desarrollo y crecimiento económico. En el informe del año
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010 de Organización de las Naciones Unidas (ONU), hace mención a que la economía creativa
ha crecido mucho más rápido que el resto de los sectores en la mayoría de los países
desarrollados. Además, indica que son actividades intensivas en mano de obra cualificada, por lo
que influyen sobre la generación de empleo de alta calidad y favorecen la inclusión de toda la
sociedad y la diversidad cultural.
Bajo este contexto, cabe destacar que el especialista comenta que, dentro del contexto de
economía creativa es necesario analizar el uso masivo y desarrollo de las redes sociales. Gracias
al apoyo del internet han logrado dar un gran salto en la transformación de las actividades
económicas generadas de forma centralizada y normalmente dependientes de las grandes
empresas, pues el modelo de ruptura de la cadena de valor tradicional y aparición de negocios
creativos, está enfocado en lograr la penetración desde el interior de los mercados, es decir, que
los clientes tengan participación en las actividades empresariales, y para ellos el trabajo en redes
es lo más indicado, ya que en estos espacios es en donde se genera un valor de una forma mucho
más interactiva y descentralizada que la tradicional.
Por otro lado, el concepto de modelo de negocio en la economía creativa: emociones y
redes sociales, se ha utilizado mucho en los últimos años para hacer referencia a la posibilidad de
crear, producir y distribuir servicios o productos sin prácticamente poseer activos tangibles
(Casani, Rodríguez-Pomeda, & Sánchez, 2011). Todo ello ha cambiado la estructura de
organización de las actividades económicas tradicionales, gracias a la correlación de las
tecnologías de la información y las telecomunicaciones con las actividades multimedia, logrado
así conducir a una importante transformación en la forma de producir, distribuir y consumir los
contenidos creativos. Esta situación representa una amenaza para los grandes oligopolios que han
dominado durante décadas estas industrias y, al mismo tiempo, una gran oportunidad para
aquellas nuevas Pymes capaces de desarrollar modelos de negocio que posibiliten el
aprovechamiento económico de las nacientes posibilidades tecnológicas y estratégicas, a través
de la explotación de recursos y capacidades que permitan ofrecer productos diferenciados que
generan valor simbólico en los usuarios.
Por lo tanto, la economía creativa se trata de un sector que reúne a las actividades que
tienen como base para su producción la cultura y la creatividad, es decir, que los países
abundantes en patrimonio cultural y producción intelectual, podrían encontrar en la economía
creativa un motor de desarrollo (Deheinzelin, 2009).
El modelo de la economía creativa denominado economía naranja
Para Buitriago y Duque (2013), la economía naranja es un complejo cúmulo de términos,
que no se necesita conceptualizarla definitivamente, ya que la economía naranja, se encuentra en
una dinámica de cambios rápidos que va evolucionando y se adapta rápidamente a la situación en
la que se encuentra, generando así oportunidades inmediatas, que hacen de él un fenómeno
económicamente relevante. Sin embargo, propone una explicación de estilo creativo,
Revista de la Universidad Internacional del Ecuador. URL: https://www.uide.edu.ec/
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