INNOVA Research Journal 2018, Vol 3, No. 7, pp. 84-94
en donde tiene presencia la Universidad Técnica de Machala la misma que por su crecimiento y
categorización actual requiere implementar procesos que visibilicen su labor investigativa y
vinculación con la sociedad.
Desarrollo
La idea de incubadoras de empresas surgió en los Estados Unidos de América a mediados
del siglo pasado después de la Segunda Guerra Mundial como un nuevo instrumento para revivir
las fábricas abandonadas y los distritos industriales, ofreciendo a los nuevos empresarios oficinas
y recursos de uso compartido (Bikse et al., 2016). La primera incubadora se estableció en 1959
en Batavia, Nueva York, en los Estados Unidos (Aerts, Matthyssens, & Vandenbempt, 2007).
A partir de los años setenta, las incubadoras de empresas se han extendido por todo el
mundo (Albert y Gaynor, 2001), debido al desarrollo de sectores de servicios que crearon la
necesidad de contar con micro, pequeñas y medianas empresas. Mientras tanto, en la década de
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970 el concepto se extendió a Europa cuando la siderúrgica estatal británica British Steel
Corporation, ante una reestructuración masiva de la industria siderúrgica del Reino Unido, formó
una subsidiaria, British Steel Industry Ltd (BSI) que fue el vehículo para encontrar nuevos usos
en "espacio de trabajo gestionado" (Smith & Zhang, 2012).
De acuerdo al recorrido histórico que presenta Theodorakopoulos, Kakabadse, &
Mcgowan (2014) las incubadoras de negocios han avanzado desde las de primera generación,
aquellas comprendidas entre 1980 a 1990 caracterizadas por proporcionar espacio físico e
instalaciones compartidas para aquellos que eran parte del proceso de incubación, más tarde
aparecen incubadoras de segunda generación cuyo periodo va de 1991 al 2000, proporciona
además de lo anterior, una variedad de servicios de apoyo, de asesoramiento empresarial y redes
de trabajo.
Las incubadoras de tercera generación cuya temporalidad va desde el año 2001 hasta la
presente, se caracterizan por adicionar apoyo proactivo, mentoría y coaching, aceleración de
negocios y desarrollo de redes, convirtiéndose en proveedoras de servicios especializados.
China ejemplifica esta transición, autores como Chandra, He, & Fealey (2007) señalan
que las incubadoras en China han evolucionado desde la primera a la segunda generación,
pasando de una incubadora integral (a saber, abierta a una variedad de incubadoras de alta
tecnología, como software, bio-productos farmacéuticos y nuevos materiales) a un enfoque más
especializado (es decir, concentrándose en industrias de alta tecnología).
La participación de las universidades en la incubación fue el resultado de profundos
cambios institucionales en el sistema universitario que tuvieron lugar a lo largo de muchos años,
no sólo en los Estados Unidos sino en todo el mundo (Smith & Zhang, 2012). Investigadores
atribuyen en el caso de los Estados Unidos al cambio de papel de la investigación pública en las
universidades, que las llevan más allá de su misión de docencia y de investigación, a encontrar
una posición competitiva de la manufactura estadounidense frente a la industria de Japón,
además de encontrar un clima favorable a la hora de reclamar derechos legales sobre los
descubrimientos realizados por el personal docente y su posterior comercialización.
Revista de la Universidad Internacional del Ecuador. URL: https://www.uide.edu.ec/
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