INNOVA Research Journal 2016, Vol 1, No. 8, pp. 28-35
Lo anterior implica determinar según Díaz (2002) el nivel de comprensión alcanzado por
los estudiantes en relación a los contenidos estudiados.
Este nivel de comprensión se debe reflejar en los resultados de aprendizaje que son, las
transformaciones que se hayan producido en el estudiante, en cuanto a los niveles de
conocimiento, comprensión y competencias, como consecuencia del proceso de aprendizaje
(
Ibarra y Rodríguez, 2011).
Los indicadores como expresa Cerda (2000) son los que facilitan la operacionalización de
los resultados del aprendizaje, análogamente a como permiten operacionalizar las variables en
una investigación científica.
La significatividad de los aprendizajes Coll, (1996), tiene un estrecho vínculo con su
funcionalidad, lo cual quiere decir, que los conocimientos, habilidades, valores, actitudes y
normas, puedan ser efectivamente utilizadas bajo cualquier condición por los estudiantes.
Las posibilidades de utilización de dichos contenidos y por ende, la variedad y
complejidad de los problemas relacionados con la profesión que serán capaces de resolver los
estudiantes de una carrera técnica, estarán así mismo relacionados con la amplitud y complejidad
de las redes cognitivas formadas.
Según Coll (1996), a mayor número y complejidad de las relaciones entre el nuevo
material de aprendizaje y el que está presente en la estructura cognitiva del estudiante, mayor
será el grado de significación del aprendizaje y tanto mayor será también su funcionalidad. La
misma relación existe entre el nivel de asimilación del material estudiado y el grado de
significación del aprendizaje, entendiendo por nivel de asimilación el grado de dominio de los
contenidos, es decir, la apropiación completa del conocimiento y de las habilidades vinculadas a
dicho conocimiento en determinadas condiciones (Álvarez, 1988).
A lo anterior, al tratar del nivel de asimilación de una competencia, habría que incluir
dentro del grado de dominio de la competencia, los valores manifiestos en el estudiante en su
actuación profesional.
La funcionalidad puede considerarse como una dimensión del grado de significación del
aprendizaje, mientras que la amplitud y la complejidad del material de estudio pueden
considerarse indicadores de la funcionalidad (Ramos, 2015).
Por otro lado, los indicadores de la funcionalidad, deben estar íntimamente relacionadas
con las características de la asignatura de que se trate.
Es importante destacar que la variedad y complejidad creciente reflejan el nivel de
integración alcanzado con el material de estudio, es decir, que el aprendizaje debe realizarse
como un proceso de integración e interrelación en orden creciente y globalizado del contenido,
que contribuya a formar estructuras cognitivas cada vez más complejas, lo que aumentará las
capacidades resolutivas del estudiante.
Revista de la Universidad Internacional del Ecuador. URL: https://www.uide.edu.ec/
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