INNOVA Research Journal 2017, Vol 2, No. 11, pp. 179-185
plataforma obviando la calidad (Universidad de Guadalajara, 2012). En Youtube se propone
material con fines utilitarios; esto implica dos partes: el prosumidor como consumidor y la
fusión-cooperación entre ellos; así aparecen los denominados “Youtubers”, término que se ha
popularizado ante las influencia de determinadas personas para viralizar contenidos. Estas piezas
son mediadoras en la práctica del usuario y la instauración de colectividades que moldean
valores, formas de vida e inciden en el grado de aceptación o rechazo de una marca. Para las
corporaciones, las comunidades virtuales son muy útiles para promover la fidelidad del cliente.
Existe una frase clave en todo este ecosistema mediático: cambio de hábitos. En la era
actual, internet es una herramienta económica poderosa (Aguado, 2013); pues sin ser un hábito
financiero propiamente dicho, permite abaratar costos publicitarios y difundir la información sin
limitaciones, solo se requiere la necesidad de crear y consistencia en difusión.
Los prosumidores no son periodistas de profesión. Son generadores de contenido que se
valen de la tecnología para llegar a las comunidades. Su papel es exponer contenidos con una
mirada analítica y con afán de multiplicar ilimitadamente dicha difusión. Todos pueden
convertirse en prosumidores con cuantiosas oportunidades de usar herramientas tecnológicas y
ejecutar propuestas analíticas, eficaces y formativas. Se requiere habilidades para captar el
interés público y, sobre todo, para ser críticos con las fuentes que proporcionan contenido. En la
nueva sociedad de redes cada ciudadano se ha convertido en un internauta activo; los usuarios
ya no son solo lectores, oyentes o telespectadores inertes que reciben información de los medios,
sino más bien individuos participativos. Según Triviño, “un usuario participativo es aquel que
tienen la posibilidad de compartir imágenes, videos, textos…” todo esto le confiere un enorme
poder dentro de una cultura digital desarrollada.
Conclusiones
El consumidor de información ya no es un ser pasivo que recibe la información
empaquetada por otros, él también quiere producir información (Ramonet, La explosión del
periodismo, 2012). Dicho contenido se convierte en un arma de doble filo, ya que los usuarios
se enfrentan a una convergencia mediática. “Un nuevo escenario donde generar contenidos se
encuentra en un entorno en el que desaparecen las fronteras entre medios masivos” (Acosta,
2
010, pág. 15). Es a este nuevo fenómeno con múltiples dimensiones donde los medios actuales
deberán adaptarse y sobre todo generar contenidos interactivos. Ya no se trata de noticias, sino
de contenidos multimedia. El periodismo digital puede jugar a descomponer un tema en
múltiples enfoques, los cuales pueden desarrollarse con diferentes herramientas (Echevarría,
2
010 ) . Dichas herramientas ayudan a mostrar nuevos espacios de la realidad, que antes
estaban ocultos, aportando así volumen y dimensión a la historia.
Los medios de comunicación de masas continúan con sus soportes tradicionales, se
adecuan a estas nuevas plataformas y otros surgen exclusivamente para estar presentes sólo en
la red. En Ecuador una propuesta informativa relevante es el diario digital La República liderado
por Carlos Jijón y cuya disciplina periodística se ha mantenido por más de seis años en las
plataformas digitales, brindando noticias actualizadas de manera constante y con diversos
enfoques. Con casi tres millones de lectores en su cuenta Twitter, The New York Times, cuenta
con tres veces más usuarios en esa red que ejemplares de su edición impresa, este se convierte en
Revista de la Universidad Internacional del Ecuador. URL: https://www.uide.edu.ec/
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