INNOVA Research Journal 2018, Vol 3, No. 5, pp. 110-135
Así, el envío de remesas por parte de los migrantes ha adquirido un significativo
compromiso en la economía ecuatoriana, siendo uno de sus efectos primordiales el incremento
de la capacidad adquisitiva de los hogares receptores de divisas, puesto que su incidencia ha sido
directa tanto en el aumento del consumo como en el impulso de las actividades emprendedoras
por parte de los beneficiarios de las mismas. En relación a este tema, según Carlos Alberto
Correa, gerente general de “Famiremesas Ecuador”, empresa localizada en la ciudad de
Guayaquil, dedicada a la transferencia de dinero, indica que alrededor del 50% de las
transacciones de las remesas provienen de los Estados Unidos, un 30% de España y un 20% del
resto del mundo. En el Ecuador existen varias empresas que se dedican a que las remesas lleguen
a su destino, es decir a manos de los familiares beneficiarios de sus parientes que residen en el
extranjero. Algunas de estas empresas son: Delgado Travel, Western Union, DHL, Agencia
Costamar, Money Gram, RIA, Mateo Express, Gran Manzana Poblana, entre otras. Sin embargo,
esto se ha convertido en un gran negocio en donde se cobra alrededor de 10 y 27 dólares por
cada 300 dólares remitidos a sus parientes (Egüez, 2001).
Por otra parte, la consolidación de este fenómeno trajo consigo la proliferación de nuevos
servicios financieros, como son las cooperativas que surgieron en las provincias ecuatorianas con
mayor índice de emigración (Azuay, Cañar y Guayas). Mientras que los bancos sólo actuaron
como canales de envío, las cooperativas aprovecharon esta oportunidad para convertirse en
canalizadoras del ahorro enviado por los migrantes ecuatorianos desde el exterior.
Pero el Ecuador no es el único país de la Región que se ha beneficiado con el ingreso
correspondiente a las remesas enviadas por los migrantes. En los países de la Comunidad Andina
de Naciones, las remesas obtuvieron un promedio anual de crecimiento del 9,6% en el periodo
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001 – 2010, pasando de $4,298 millones de dólares recibidos en el año 2001 a $9,815 millones
en el 2010, donde Ecuador recibió el 24% del total de remesas, convirtiéndose en el tercer
receptor de remesas de América del Sur, situándose sólo por detrás de Colombia (41%) y de Perú
(26%) (Secretaría General Comunidad Andina de Naciones, 2011). Según este organismo, las
remesas han permitido que los hogares con bajos recursos tengan ingresos adicionales,
permitiéndoles mejorar su calidad de vida, tener mayor acceso a los servicios de salud y
educación, así como incrementar los niveles de consumo e inversión. Entre los principales países
de origen que envían remesas a la Comunidad Andina están: Estados Unidos con $3,445
millones de dólares, España con $3,196 millones e Italia con $523 millones de dólares,
representando el 35%, 33% y 5% respectivamente, del total de las remesas durante el año 2010.
Además, se puede indicar que según un informe realizado por el Fondo Multilateral de
Inversiones (FOMIN) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Pew Hispanic Center
(PHC), aproximadamente un millón de ecuatorianos, que representa el 14% de la población
adulta, reciben remesas por parte de sus familiares que residen fuera del país. El monto total de
estas remesas corresponden a $1,500 millones de dólares anuales, cifra que aumenta
aceleradamente. Esta suma elevada de remesas es enviada en miles de transacciones con montos
relativamente pequeños, siendo el promedio mensual de las transferencias recibidas por remesas
en Ecuador $175 dólares, donde la mitad de los beneficiarios de estas divisas obtuvieron abonos
inferiores a la media, mientras que sólo el 31% de los receptores recogieron cantidades
superiores a esta cifra (Bendixen & Associates, 2003).
Revista de la Universidad Internacional del Ecuador. URL: https://www.uide.edu.ec/
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