INNOVA Research Journal 2018, Vol 3, No. 5, pp. 136-145
Soporte e intervención por parte de las universidades y centros de educación superior del
país, no únicamente en capacitación, sino, en transferencia de conocimientos y tecnología a
través de su alumnado y cuerpo docente, realizando procesos de vinculación para desarrollar
proyectos de innovación dentro de las empresas. En este contexto, se requiere presentar
esfuerzos conjuntos entre diversas instancias a favor de estrechar y fructificar la relación entre la
educación superior y el sector productivo, asumiendo por parte de las instituciones educativas la
oportunidad de desarrollo a la que pueden acceder según sus propias características y
orientaciones institucionales.
Adicional a esto, como una alternativa para el cambio e innovación de la estructura
productiva, es importante la interacción del estado como un agente ejecutor de políticas para el
desarrollo económico-industrial. Así mismo, que facilite la interacción de las universidades con
la industria.
Este triángulo de Sábato, muestra el modelo de política científico-técnico que años atrás
han puesto en marcha otros países como lo muestra Aida Alvarado-Borrego en su trabajo
“Vinculación Universidad – Empresa Y Su Contribución Al Desarrollo Regional” realizado en
México, donde se presenta el análisis y reflexión de la importancia en el desarrollo de un país al
dar impulso a la relación de vinculación Universidad - Empresa, de tal forma que su reciprocidad
coadyuve en el fortalecimiento del desarrollo regional, impactando mediblemente en la sociedad,
en sus procesos de generación de empleo, en la transferencia de conocimiento, de tal manera que
impulse la competitividad de las instituciones de educación superior y de las empresas. (Borrego,
2
009)
Otro ejemplo, en Argentina las políticas de promoción de distritos industriales y
asociatividad surgieron como parte de estrategias nacionales de sustitución de importaciones,
donde los gobiernos nacionales, provinciales y locales insertaron los conceptos de asociatividad,
clusters y agrupamiento empresarial a través de programas que impulsaban el desarrollo del
tejido productivo de las regiones favoreciendo la competitividad, la innovación, la gestión del
conocimiento y el desarrollo regional apoyada por una línea política a las Pymes teniendo como
expectativa la estimulación del aprendizaje y la acción colectiva entre empresas, con la
generación, difusión y utilización del conocimiento como una actividad clave dinamizadora de la
competitividad sistémica. (Mónica de Arteche, 2013)
Es por esto que se propone a los centros de educación y formación superior en ser
partícipes y eje fundamental en el desarrollo del sector automotriz, existiendo áreas de
oportunidad en el diseño de autopartes, diseño de vehículos motorizados, manufactura,
generación y producción de nuevos materiales compuestos y biodegradables, es decir un amplio
campo para vinculación de los profesionales y estudiantes en particular de las siguientes ramas
de la ingeniería: mecánica, automotriz, diseño industrial, control de procesos, manufactura,
industrial, mecatrónica, electrónica, digital, electromecánica, etc.
Si se observa en la Figura 5. El porcentaje de conformación de la industria y sector
automotriz, donde la universidad por medio de su saber aporta: al desarrollo tecnológico, a la
generación de proyectos e innovación. La misma que está conformada por 4 ensambladoras, 92
firmas autopartistas, 1408 comercializadoras e importadoras, 81 empresas carroceras, 3126 otras
Revista de la Universidad Internacional del Ecuador. URL: https://www.uide.edu.ec/
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