INNOVA Research Journal 2017. Vol. 2, No.10 pp. 116-131
mencionados acuerdos del Plan de Acción de Addis Abeba que constituye la base para la
implementación local de los ODS.
En síntesis, estas acciones se relacionan con aspectos como la participación de nuevos
actores bajo el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, fortalecimiento de
instituciones y políticas de los países socios para promover el desarrollo, la promoción de un
plan de acción global para aumentar las capacidades estadísticas para monitorear el progreso, la
gestión pública orientada a resultados, rendición de cuentas mutua, la no condicionalidad de la
ayuda y el uso de los sistemas nacionales de gestión de las finanzas públicas, equidad de género
y el empoderamiento de la mujer, fortalecimiento del rol de las autoridades locales para ir más
allá de la provisión de servicios, el rol de las organizaciones de la sociedad civil, reducción de la
fragmentación de iniciativas de cooperación sin caer en reducción de la ayuda, contribución a los
Estados en la promoción de políticas de prevención de desastres, rol del sector privado, alianzas
público-privadas, lucha contra la corrupción por medio de compromisos internacionales, lucha
contra el cambio climático como eje transversal de los planes nacionales de desarrollo, entre
otros puntos (AUCI, 2012).
Todas estas acciones acordadas con miras a darle un carácter más integral al
funcionamiento de la cooperación internacional al desarrollo, con el fin de maximizar sus
beneficios, para que tanto actores nacionales como locales puedan encontrar en la misma una
fuente efectiva para el financiamiento de sus proyectos y avances en el desarrollo local.
A pesar de su corta vigencia, algunos esfuerzos para la implementación a nivel local de
las actuales agendas globales ya se han llevado adelante. Existe evidencia de avance en la
implementación local de los ODS en países como Brasil, donde “en partenariado con la
Confederación Nacional de los Municipios (CNM), se está́ llevando a cabo una iniciativa para
capacitar a los nuevos electos locales y apoyarlos en la integración de los ODS en sus planes de
desarrollo y en la selección de los indicadores más relevantes para la implementación de la
Agenda 2030 a nivel local y los sistemas de monitoreo relacionados.” (FAMSI, 2017, p. 58) Otro
ejemplo es el de Colombia, donde se ha producido una interesante colaboración nacional local
exitosa en apoyo del proceso de localización. Con el apoyo del gobierno nacional, las
autoridades locales en 32 departamentos y 31 capitales departamentales adoptaron planes de
desarrollo local que incluyen los ODS. (National and subnational governments on the way
towards the localization of the SDGs, 2017)
A criterio de Cohen (en Barrera et al., 2017, p. 18) la implementación de la NAU y los
ODS debería tener un enfoque más multisectorial, que combine disciplinas e instituciones,
desarrollando así nuevos procesos más inclusivos y democráticos, que se centren en los
impactos. “Un aspecto importante de esta nueva práctica urbana sería la atención a los procesos,
no solamente a lo que se hace, sino en realidad a cómo se lo hace.” Según Cohen, se puede
agregar una nueva variable a esta reflexión. Además de lo que se hace y cómo se lo hace, se
vislumbra la importancia de preguntar quién lo hace. Una constante en las publicaciones relativas
a implementación a nivel urbano de las agendas para el desarrollo sostenible es la imperiosa
necesidad de considerar procesos donde la participación de la sociedad civil y la agencia de los
gobiernos locales sean fundamentales.
Revista de la Universidad Internacional del Ecuador. URL: https://www.uide.edu.ec/
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