INNOVA Research Journal 2018, Vol 3, No. 1, pp. 108-120
Por otro lado, la Certificación Punto Verde, es una certificación otorgada a las empresas
de producción y servicios, que hayan implementado casos de producción más limpia reduciendo
la contaminación en la fuente de sus actividades y procesos, con la adopción de tecnologías
limpias (MAE, 2013, citado por León, 2015). Los ejes bajo los cuales se basa la certificación son
la gestión de desechos, gestión de papel, uso eficiente de agua, energía y combustibles;
capacitación y compras responsables (MAE, 2012, citado por León, 2015). Las empresas del
Ecuador todavía no cuentan con las capacidades para aplicar a una Certificación Punto Verde.
Apenas el 3% de las firmas ecuatorianas posee este reconocimiento nacional. Lo mismo sucede
con la Certificación Carbono Neutro, solo el 1% son empresas capaces de cumplir con los
requisitos de esta certificación. Es decir, el 99% de las empresas no compensa las emisiones de
sus actividades económicas, situación considerada desfavorable para el planeta.
Esta certificación se otorga mediante un Sello de Carbono Neutral, como su nombre lo
indica, se entrega a las empresas que llegan a un estado de carbono neutro, al estado en el que la
emisión neta de gases de efecto invernadero (GEI) es cero, es decir, la cantidad de emisiones de
GEI equivalen a la cantidad de GEI removidos. Las emisiones de dióxido de carbono pueden ser
compensadas de varias maneras: el uso de energías renovables de alta calidad, eficiencia
energética y proyectos de reforestación (Ecuador Inmediato, 2011, citado por León, 2015).
No obstante, existen empresas que están realizando algunas actividades que contribuyen a
proteger el ambiente. Al respecto, Molina (2014) presenta las principales actividades
medioambientales desarrolladas por las pymes en Ecuador en orden decreciente, entre las que se
encuentran: ahorro de energía, reciclaje, ahorro de agua, sistemas de gestión ambiental,
certificaciones ambientales, reproceso de materiales, tratamiento de residuos, monitoreo de
impactos, control a proveedores y eco eficiencia.
En este sentido, Rodríguez Becerra & Van Hoof (s.f.), mencionan entre los aspectos de la
gestión ambiental que pueden implementar las pymes los siguientes: el aumento de la eficiencia,
productividad y calidad a través de una producción más limpia, enfocada hacia el manejo
preventivo de la contaminación ambiental que al mismo tiempo conlleva reducciones en costos,
aumentos de productividad e innovaciones de procesos y productos; la implementación de
buenas prácticas operativas con acciones sencillas y de carácter preventivo como el uso eficiente
del agua, energía y materia prima, las cuales se logran a través de procesos de sensibilización y
capacitación de los encargados de los procesos operativos; la adopción de tecnologías más
limpias que generan menos residuos; la innovación o rediseño de productos para reducir el
consumo de recursos energéticos y minimizar la cantidad de material utilizado por producto o
utilizar materiales reciclables y asegurar el acceso a mercados verdes a través de la gestión
ambiental preventiva y el cumplimiento de los criterios de sostenibilidad ambiental, los cuales
identifican los productos verdes a través de las eco-etiquetas y la certificación ISO 14.000.
Es evidente que la incorporación de la gestión ambiental en las pymes del Ecuador
todavía es muy baja, los datos reportados muestran que es necesario que las pymes implementen
sistemas de gestión ambiental que contribuyan a incrementar la competitividad de estas empresas
al existir una relación positiva entre ambas variables. Entre las actividades de gestión ambiental
implementadas por las empresas, destacan aquellas de baja complejidad desde el punto de vista
tecnológico y las que requieren menores costos e inversiones para las empresas.
Revista de la Universidad Internacional del Ecuador. URL: https://www.uide.edu.ec/
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