INNOVA Research Journal 2017. Vol. 2, No.8.1 pp.307-321
En muchos casos, las tecnologías digitales han impulsado el crecimiento, ampliando las
oportunidades y mejorado la prestación de servicios. Sin embargo, su impacto agregado ha
estado por debajo de las expectativas y sus beneficios se distribuyen de manera desigual (Grupo
Banco Mundial, 2016).
DiMaggio et al. (2001) asumen que las desigualdades en el uso de Internet se producen
entre los que tienen y los que no tienen acceso, y otros como (Bucy, 2000) y (Van Dijk, 2002)
que definen las desigualdades no solamente como resultado del acceso potencial a Internet sino
también como las diferencias en el uso de esta tecnología.
En este sentido, es importante destacar que la etapa modernista despliega sociedades
diferentes: aquella que goza de riquezas empoderadas por el acceso a la información y
conocimiento, dando paso a la inclusión digital de pocos; por otra parte, se encuentra la pobreza,
aquel grupo imposibilitado al acceso de información e ilustración debido a su economía precaria
generando exclusión digital, provocando riesgos que desencadenan en la inaccesibilidad de
bienes y conocimientos. Desde esta perspectiva se origina la exclusión como un problema que va
en aumento por factores económicos, educativos, sociales y culturales.
La brecha digital está relacionada con el acceso de las personas a las TIC en el que
ignorar su utilización e implementación en la vida diaria, actualmente genera un alto índice de
exclusión social. En el ámbito laboral se evidencia en gran medida la exclusión digital debido a
que se requiere personas capacitadas y con habilidades para manipular un ordenador, acceder al
internet con fluidez y, sobre todo, el conocimiento básico de las herramientas que facilite el
acceso a la red.
Los sectores urbano-marginales del Ecuador que se ven limitados al acceso de las
herramientas tecnológicas debido a factores económicos bajos aumentan el riesgo de perder las
inversiones y oportunidades de empleo en comparación a los sectores que tienen una fuerza
laboral más educada y mayormente globalizada.
Esto refiere a la diferencia tecnológica entre comunidades que tienen acceso a las TIC y
aquellas que no. Por Tecnologías de Información entendemos el teléfono móvil, ordenadores,
banda ancha, Internet y Software. Las diferencias pueden ser de tipo socioeconómico o sobre la
capacidad para utilizar las Tecnologías de la Información de forma eficaz, debido a los distintos
niveles de alfabetización y discapacidades (Sánchez Caballero, 2010).
Existen grandes problemas donde mayormente destaca el poderío económico de quienes
logran costear los gastos básicos de educación y financiación económica, a diferencia de las
personas que no gozan de bienes y se ven mermados de acceso tecnológico, de la posibilidad de
integrarse a un sistema educativo y de las oportunidades laborales que se consiguen con una
preparación académica indispensable para entrar en el mundo de los poderosos e ilustrados.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), el 31.4 % de los 14.483.499
ecuatorianos usaron Internet en el último año. Se trata de una cifra que evidencia los avances que
ha tenido el país en los últimos años en cuanto al acceso a esta tecnología, pero también revela
Revista de la Universidad Internacional del Ecuador. URL: https://www.uide.edu.ec/
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