INNOVA Research Journal 2017, Vol 2, No. 9, pp. 86-97
Estos planteamientos son complementados por Fernández y Arranz (2010), al explicar
que las redes consisten en una forma de cooperación que va más allá de las empresas,
incorporando además a organizaciones. Por tratarse de un tipo de cooperación, se caracterizan
por la existencia de una pluralidad de acuerdos entre los participantes, sean éstos empresas, o
entre empresas y otro tipo de instituciones públicas y privadas. En este sentido, se destaca la
importancia del papel que desempeñan las organizaciones públicas, como soportes críticos del
desarrollo de las agrupaciones de empresas, para el fomento del crecimiento económico y social
de una región.
Partiendo de las propuestas conceptuales anteriores, en las que se evidencia, en primer
lugar, la posibilidad de conformar redes no sólo entre empresas, sino además entre empresas y
organizaciones, o únicamente entre organizaciones con algún vínculo en común; y en segundo
lugar, la importancia de la cooperación, como condición para la formación y el mantenimiento
de las redes, se definen las redes de cooperación organizacional como:
Sistemas complejos y dinámicos, de relaciones e interacciones, establecidos entre actores
sociales de carácter público y privado, para alcanzar objetivos comunes, a través de la
cooperación y el intercambio de información, recursos, bienes y servicios.
En el marco de la actividad turística, las redes se forman por la asociación de
organizaciones, tanto de carácter lucrativo como por organismos públicos e incluso por
organizaciones no estatales, que cooperan entre sí con el propósito de promover, de manera
conjunta y permanente los recursos económicos, sociales, culturales, naturales y humanos de una
localidad, en aras de lograr un fin común de desarrollo turístico, para un destino determinado.
De los planteamientos anteriores, se derivan dos aspectos importantes, el primero de ellos
referido a los actores sociales que conforman las redes, y el segundo tiene que ver con las
relaciones de cooperación que se establecen entre estos actores.
En cuanto al primer aspecto, destaca Perego (2003) que al hablar de actores sociales, se
hace referencia al Estado, las empresas, las organizaciones y los agentes económicos locales.
Comenzando con el Estado, éste cumple un rol determinante para el funcionamiento de las
redes, a través de su intervención en el ambiente de negocios, evidenciada en aspectos como el
otorgamiento de licencias, la fijación y el cobro de impuestos y la administración de los
servicios públicos, entre otros.
Las organizaciones y empresas, por su parte, dan forma al ambiente general de negocios,
al atraer clientes, establecer relaciones con proveedores, contribuir con las mejoras de la
infraestructura local, crear centros de capacitación y, en general, al vincularse con otras
organizaciones, para articular acciones en pro del bienestar de la comunidad donde desarrollan
sus actividades.
En relación con los agentes económicos locales, éstos se encuentran representados por las
entidades públicas o privadas, cuya participación en la creación y el funcionamiento de las redes,
se revela en aspectos como la promoción, el financiamiento, la formación de recursos humanos y
Revista de la Universidad Internacional del Ecuador. URL: https://www.uide.edu.ec/
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