INNOVA Research Journal 2017, Vol 2, No. 8, pp. 30-37
Introducción
Estudios relacionados con los pueblos indígenas han demostrado que la mayor parte de la
diversidad cultural se refleja en dicha población. En todo el mundo, hay aproximadamente 370
millones de indígenas; ocupan el 20% de la superficie terrestre. Se estima que representan unas
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.000 culturas indígenas. En Ecuador, según el último censo, los indígenas representan el 7,02%
de la población ecuatoriana, constituyendo diversas nacionalidades. Por ejemplo, los kichwas son
el grupo indígena más grande del Ecuador (32,23%), seguido de los Puruha (13,37%), Shuar
(7,83%), Panzaleo (5,99%), Otavalo (5,57%), Cayambi (3,31% ), Cañari (2,81%), Saraguro
(1,68%), Waranka (1,67%), Tomabela (1,18%), Caranki (1,14%), Chachi (1,00%), Quisapincha
(0,99%), Achuar, Salasaca (0.63%), Andoa (0.63%), Awa (0.54%), Chibuleo (0.53%), Tsáchila
(0.29%), Waorani (0.24%), Kitukara (0.24%), Huancavilca (0,18%), Cofán (0,15%), Pastos
(0,14%), Shiwiar (0,12%), Secoya (0,07%), Siona (0,06%), Zapara (0,05%), Epera 0,04%),
comunidades Manta (0,03%) y otras nacionalidades y grupos indígenas más pequeños (Stefos,
015).
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Los pueblos indígenas, a pesar de ser considerados la mayor diversidad cultural del
mundo, constituyen una minoría numérica. El Departamento de Información Pública de las
Naciones Unidas (2010), señala que: “los pueblos indígenas en el mundo siguen sufriendo las
consecuencias injustas de sus períodos históricos. La discriminación, la exclusión, el abandono,
la opresión, la negación del derecho al desarrollo y el crecimiento económico, los convierten en
los grupos más desfavorecidos de sus países” (Naciones Unidas, 2010). La ONU estima que los
indígenas representan el 15% de la población pobre del mundo; y, representan un tercio de los
novecientos millones de pobres en las zonas rurales. Sobre la base de estos antecedentes y
situaciones difíciles, es evidente que el bienestar y las menores condiciones económicas de vida
de los indígenas, es un grave problema para los países en desarrollo y desarrollados, donde la
expectativa de vida es más corta; la salud, la alimentación, la vivienda y la educación están por
debajo de la norma nacional y sus tasas de desempleo son más altas.
En los últimos años el Ecuador ha implementado planes y proyectos dirigidos a lograr el
desarrollo socioeconómico y productivo del país. A pesar de estos esfuerzos, los logros y
ganancias no han para reducido la pobreza en el sector indígena. Las estadísticas del Instituto
Nacional de Estadística y Censos-INEC (2015), de acuerdo a la Encuesta Nacional de Empleo,
Desempleo y Subempleo, confirman que el 62,38% de la población de las zonas rurales sufre de
una pobreza extrema de ingresos (Instituto Nacional de Estadística y Censos, 2015). El Estudio
Nacional de Mortalidad (NMS) de la población ecuatoriana, muestra que 3.857 indígenas
murieron en el 2011, el 52,19% eran hombres y el 47,81% eran mujeres. En el año 2015, un
estudio sobre las causas de muerte de los indígenas ecuatorianos, realizado en 2015, mostró que
las causas más comunes de muerte en niños menores de 10 años fueron la influenza y la
neumonía debido a la falta de acceso a la atención de salud en estas comunidades rurales.
Además, reveló que el 78,53% de los indígenas del Ecuador vive en áreas rurales, el 35,42%
tiene educación primaria y el 12,56% no tiene educación (Stefos, 2015).
Las iniciativas para promover el bienestar y las condiciones de vida de los pueblos
indígenas, han sido basadas en estadísticas y estudios. Las constituciones nacionales e
internacionales que han adoptado estas iniciativas, siguen siendo ineficaces por carecer de
Revista de la Universidad Internacional del Ecuador. URL: https://www.uide.edu.ec/
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