Satisfacción estudiantil con las clases remotas y competencias del docente en tiempos de pandemia
En el Perú, el confinamiento de la población tras la declaratoria de emergencia sanitaria
a causa de la pandemia por SARS-CoV-2 (COVID 19) obligó a las universidades organizarse
para dar continuidad a sus funciones, implementando la enseñanza remota, que se ha desarrollado
desde marzo del 2020 al primer semestre del 2022.
La complejidad del desarrollo de clases que normalmente eran de modo presencial a la
enseñanza remota incluye diversas variables como sesiones de clases a través de
videoconferencias, el uso de herramientas digitales y aulas virtuales, que según Alea, et al.
(2020) en su estudio concluye que los docentes de instituciones educativas, como en Filipinas,
estuvieron muy comprometidos con el desarrollo de clases a distancia, sin embargo, se sintieron
entorpecidos por las carencias de soporte técnico, instalaciones, equipos y el desarrollo de
capacidades para el aprendizaje a distancia. No obstante, a medida que los maestros ganaban
experiencia se correlacionaba con la preparación para el aprendizaje remoto.
Las exigencias de desempeño del docente en la modalidad virtual incluyen el dominio de
las habilidades para gestionar y supervisar el aprendizaje de los estudiantes, estimular la
motivación, retroalimentar, supervisar y cohesionar al grupo en el aula, entre otros, que según
García et al. (2018) estos son competencias de enseñanza, cognitiva, social, emocional y de
aprendizaje, por lo que se diseñó y validó un “Modelo de Evaluación de Competencias Docentes
para la enseñanza en Línea” (MECDL) para evaluar el desempeño en sesiones remotas (p.343).
Hamutoglu et al. (2020) evaluaron las características de los entornos virtuales de
aprendizaje empleado en una institución universitaria a través de las percepciones de los
estudiantes con relación a la satisfacción, beneficio y orientación, concluyendo que los recursos
más beneficiosos para los estudiantes son las conferencias y videos de conceptos, mientras que las
presentaciones, foros de discusión y salas de chat no fueron las preferidas.
La calidad de las instituciones educativas es evaluada desde diversos modelos, pero en
todas ellas consignan la importancia de evaluar la satisfacción, percepción y opinión del estudiante,
pues es uno de los principales actores de la comunidad universitaria por lo que los resultados
permitirán dinamizar la oportunidad de mejorar la calidad que imparten, tomando las acciones
respectivas para convertir las debilidades del proceso educativo en fortalezas.
En circunstancias de modo remoto, también la evaluación de la calidad del servicio
educativo se ha realizado a través de la satisfacción del estudiante, como actor principal de este
servicio. Castro-Bedriñana et al. (2022) evaluaron la percepción de la calidad y la satisfacción de
la enseñanza remota durante la pandemia por Covid-19 en la Universidad del Centro del Perú a
través de criterios agrupados en tres dimensiones la didáctica, recursos tecnológicos, y el ambiente
psicoafectivo. Los resultados mostraron que el 30% de los estudiantes estaban insatisfechos,
percibiendo dificultades en los materiales para clase, soporte y retroalimentación para el desarrollo
de las clases, recomendando mejorar estos factores para el logro de los aprendizajes.
Asimismo, cuando se evalúa las competencias digitales directamente a los docentes que
desarrollan clases virtuales o remotas durante la pandemia se reportan algunas dificultades, como
lo publicado por Martínez-Garcés et al. (2020), quienes aplicaron cuestionarios a docentes de una
universidad del Valle de Cauca en Colombia, durante el primer semestre del 2020, evaluando los
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