Miriam Janet Olmos-Hernández, Gloria Georgina Icaza-Castro, Arlén Sánchez-Valdés y Carlos Hugo Millán-García
ISSN 2477-9024. Innova Research Journal (Enero-Abril, 2023). Vol. N8, No. 1, pp. 108-131
medianas empresas (Mipymes) de la industria hotelera y restaurantera, que tuvieron que
enfrentarse a nuevos desafíos, principalmente de adaptación para permanecer en el mercado, lo
cual, es relevante cuando se considera que son importantes generadoras de empleo. Pero también,
la etapa de crisis demostró su resiliencia, al poder sobrevivir a pesar de sus limitaciones, tales
como: falta de capacitación, incapacidad de gestión, escasez de recursos y capital de trabajo e
insolvencia económica por falta de financiamiento en entidades financieras u otras (Reyes y
Richard, 2020).
Así, el Covid-19 aunado a la crisis económica cambió los patrones de consumo (Sánchez
y Nava, 2020) y la capacidad de reactivación de los restaurantes dependió de las acciones que se
tomaron para adaptarse a la nueva normalidad; de acuerdo a la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe, “muchas empresas se vieron obligadas a innovar, reevaluar la forma en que
operan y cambiar sus modelos de negocio. Esto implica generar capacidades para identificar
rápidamente los cambios en las preferencias de los consumidores” (2020: 20).
Franco y Franco (2022) analiza los estudios sobre el comportamiento del consumidor de
alimentos y los cambios suscitados por la pandemia de Covid-19 en Brasil, el autor menciona que
éstos se encuentran en una etapa temprana y que serán necesarios los estudios que analicen de
manera empírica. Si bien, el efecto de la pandemia no fue igual para todos, dependiendo del tamaño
y magnitud de las organizaciones, se generaron diferentes consecuencias (Calvillo, 2020), las
mipymes son las empresas que más dificultades presentan en comparación con grandes
corporaciones.
El rol que asumen estas empresas en la producción de productos y/o servicios es de suma
importancia para el país, factor relevante en la economía, además, de añadir valor agregado, debido
a que son consideradas fuentes generadoras de empleo a pesar de las limitaciones con las que
sobreviven en el mercado, tales como: falta de capacitación, incapacidad de gestión, escasez de
recursos y capital de trabajo e insolvencia económica por falta de financiamiento en entidades
financieras u otras (Reyes y Richard, 2020).
Las teorías ecológicas adaptadas a las empresas pueden explicar cómo los cambios
impactan en el desempeño de estas. En particular, analizar a las empresas desde la perspectiva de
cambios puntuados evolucionarios y revolucionarios, donde existe un momentum que es un factor
determinante en la evolución organizacional (Romero, Matamoros y Campos, 2013), en este caso,
éste se entiende como la crisis sanitaria, permitiendo entender la forma en que las empresas dan
respuesta a los cambios en el entorno. Tradicionalmente, existen empresas con inercias fuertes que
les impiden cambiar, así la repetición les permite garantizar una calidad mínima en el mercado que
les da confiabilidad lo que las lleva a una inercia que puede generar consecuencias adversas
(Ramanujam, 2003), mientras que existen otras que son capaces de lograr cambios radicales en
cualquier momento (Amis et al., 2004), caso de las empresas estudiadas.
Ante esto, entendiendo la crisis como el momentum que propicia el cambio, este documento
busca analizar si fue el conocimiento del comportamiento del consumidor, lo que permitió
identificar áreas de oportunidad y generar estrategias para incrementar la productividad a través
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