YouTube, Instagram, entornos educativos emergentes en tiempos de teleducación y aprendizaje colaborativo
y Transmedias, por lo que un video, un podcast, un meme, son los nuevos “textos” para adquirir,
producir y compartir conocimiento (Camas, Valero, y Vendrell, 2018).
Por ser un tema contemporáneo y en construcción, la perspectiva teórica se fundamenta en
estudios dados en países de habla hispana, de región latinoamericana y a nivel local. Cabe señalar
que, precisamente por ser parte de una historia en transcurso, se presenta como una situación única,
casi sin antecedentes y, por lo tanto, en estudio (Tejedor, Cervi, Tusa, y Parola, 2020).
El problema de investigación se refiere a que los entornos educativos emergentes dada la
situación de educación tele presencial hacen acopio de recursos antes inestimables, como las redes
sociales (Marlín Díaz y Cabero Almenara, 2019); el presupuesto del que parte la investigación
señala que, las redes sociales son nuevas alternativas viables y eficaces de educación (Alvarado
Pazmiño, Ochoa Mendieta, Ronquillo Murrieta, y Sánchez Soto, 2018), manteniendo modelos
activos, constructivistas, dialógicos y colaborativos de aprendizaje (Peña Hita, Rueda López, y
Pegalajar Palomino, 2018).
Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) con sus dispositivos,
plataformas, programas, apps, entre otros, han ido ganando terreno en las formas de interacción e
interrelación humana. De ahí que las TIC han incursionado, desde hace más de 20 años de forma
sostenida en los ámbitos sociales, como el educativo, cobrando mucha más fuerza, debido a la
necesidad, a partir del 2020, año de inicio de la pandemia por COVID-19 (Sandova, 2020). Esta
necesidad hizo que ahora se hable del concepto Tecnología del Aprendizaje y Conocimiento
(TAC) y mejor aún, de Tecnologías para el Empoderamiento y la Participación (TEP). Lo que, de
posibilidad, se tornó en mandatorio, en educación de hoy (González González, Ojeda Chimborazo,
y Pinos Coronel, 2020). Es por todo lo antes mencionado, que tomar en cuenta estos conceptos en
los nuevos paradigmas de la educación formal, es un imperativo de estudio en la formación de
docentes, tanto como de alumnos, de esta nueva era (Díaz-Guecha y Márquez-Delgado, 2020).
El problema de investigación que plantea el hecho de entornos educativos emergentes que
hacen acopio de recursos considerados tradicionalmente como no educativos, implica validar tales
como, las redes sociales, debido a su creciente uso y efectividad en el proceso aprendizaje-
enseñanza. Indiscutiblemente, la educación en crisis de pandemia ha tenido que ser
redimensionada debido al aislamiento social y al casi único medio de vínculo para establecer
relaciones y comunicaciones humanas, las TIC. El aporte de esta investigación radica,
precisamente, en darle al maestro, tanto como al alumno, la certeza que se sigue aprendiendo,
aunque no desde un aula presencial, sí virtual; se sigue aprendiendo desde la telepresencialidad en
actividades sincrónicas, reforzadas con asincrónicas; se sigue aprendiendo con TIC que incluyen
las redes sociales para fines educativos; y se sigue aprendiendo porque siempre habrá aprendices,
independientemente de su tipo de inteligencia, pensamiento, ritmo de aprendizaje, dificultades y
desempeños (Latorre-Cosculluela, Liesa-Orús, y Vázquez Toledo, 2016).
El estudio hace énfasis en explorar la frecuencia de uso y nivel de satisfacción en la
efectividad para el aprendizaje desde las redes sociales, en educación regular de bachillerato en
instituciones de la provincia del Guayas, Ecuador. Se considera que la relevancia del texto aquí
propuesto radica en el énfasis del análisis de los resultados, mismos que, no son coincidentes con
varios estudios analizados para marco conceptual, en los que, en líneas generales, había
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