INNOVA Research Journal 2020, Vol 5, No. 3, pp. 78-92
integral, así como abrir nuevas rutas de conocimiento que se construyan con base en la
experiencia. (Álvarez, 2011).
Experimentar prácticas pedagógicas alternativas a las tradicionales tiene sentido para
gestionar proyectos innovadores de diseño bajo ese cometido. Al tiempo de atender las variables
por demás conocidas en los argumentos formales, funcionales y de manufactura en el campo de
la creatividad plástica y material, la innovación ocurre en el entramado de un pensamiento
integral para lograr que aquellos quehaceres que afectan el devenir de ciertas comunidades y
regiones sean resueltos de forma multidimensional, provocando ciertas circunstancias que
revelen mejoras en la conducta y en la forma de proceder de los involucrados.
En un sentido amplio, la innovación es más una consecuencia que una acción. Es integrar
todos los escenarios que sea posible para hacer frente a las carencias que están presentes en los
entornos local, regional y global al perseguir un progreso armónico. Esta práctica se reconoce
por instancias internacionales que coinciden en que la innovación sucede hasta el momento en
que las invenciones sean implementadas o comercializadas para formar parte en algún modelo de
negocio (IMNC-2007a). Tal como se explica en el Manual de Frascati, emitido por la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (2003), se trata de desarrollos
basados en metodologías que domina la ciencia y la técnica, o bien en esquemas que favorezcan
el quehacer de la organización y la comercialización de productos y servicios.
Cuando se busca originar una intervención de diseño, no siempre éste es coincidente en
ambientes de trabajo híbridos, por lo que se sugiere, en un inicio, aproximarse desde un
discernimiento conceptual. Como un ejercicio, se expone los argumentos siguientes:
Diseño, cultura y sociedad. El diseño, como medio de comunicación social y cultural es
una manera de distinguir los significados que los objetos provocan en los individuos, en los
espacios que utiliza y en las experiencias que adquiere en su actuar cotidiano; y que, mediante
diversos escenarios en su apropiación, revelan el valor social y cultural que éstos representan.
Los artefactos-objetos, así como otras expresiones del diseño, son medios de interacción del
individuo con su medio, lo cual es una franca oportunidad para atender, prioritariamente, asuntos
de interés masivo en temas particulares que atañen a la salud física y mental de los individuos u
otros organismos vivos, a la equidad de género, al mejoramiento ambiental, a la eficiencia del
hábitat y de su entorno, a la movilidad, etcétera. Asimismo, da cabida a otras propuestas que
beneficien a la miscelánea artesanal, al abasto alimenticio, o la recreación, entre muchos otros
temas de particular importancia en el equilibrio de las coyunturas sociales.
Diseño y tecnología. La coyuntura entre el diseño y la tecnología se deriva
conceptualmente con el saber optar por recursos tangibles e intangibles que, en conjunto,
revistan mayor potencial a las soluciones de diseño de forma ordenada y metódica. (IMNC,
2
007b, p. 3). En este escenario, el diseño se desenvuelve como un mecanismo de gestión. Así, se
puede enfrentar la sinergia que se presenta entre especialistas de diversos ramos a fin de articular
una visión epistemológica; su pertinencia radica en resolver las dimensiones técnicas, de calidad
y de manufactura de productos y procesos a cualquier escala.
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Revista de la Universidad Internacional del Ecuador. URL: https://www.uide.edu.ec/
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