INNOVA Research Journal 2020, Vol 5, No. 3, pp. 122-134
Para dar respuesta al contexto referenciado, el sector de la educación debe innovar para
no perecer y responder de manera efectiva y continua a las demandas y necesidades de una
sociedad que requiere la formación de profesionales preparados para enfrentar nuevos problemas
sociales; conlleva este escenario la necesidad de que las universidades estén actualizadas,
requiere para ello re-plantear y re-formular los objetivos institucionales, procesos, modelos
educativos, entre otros (Vázquez P. & Ortiz M., 2018). Este sector o nivel de la educación
constituye para el país un mecanismo por el cual se aspira alcanzar el progreso, bienestar y
desarrollo de la sociedad y la economía, permitiendo así la igualdad de oportunidades para la
población y un ascenso social en la comunidad en general (Salcedo-Muñoz, y otros, 2017).
Para las universidades, la tecnología juega un papel cada vez más preponderante. Se
requiere una reorientación profunda, seria y estratégicamente planificada de la gestión de la
tecnología. Siendo evidente hoy la clara dependencia de la tecnología en todos los procesos
universitarios (García H. & García P., 2015). La universidad no es y no puede ser ajena a esta
integración en el mundo digital, ellas están llamadas a rendir cuenta a la sociedad como cualquier
otra organización.
Sobre estos argumentos, los modelos de funcionamientos de las organizaciones se
encuentran más ligado que nunca al uso de la tecnología, al alcance y efectos que puede tener a
nivel comunicativo y de desempeño en general (Grande, Cañón, & Cantón, 2016). Existiendo,
entonces una correlación evidente entre la tecnología y la eficacia con la que pueda responder en
sus procesos, lo cual no es nada fácil de planificar sobre todo en instituciones con muchos años
de historia y con una idiosincrasia muy peculiar. Es por ello que, la gestión de la tecnología se
convierte en uno de los grandes retos de la universidad en esta década, pues ya está inmersa en
los procesos universitarios (Solleiro & Castañón, 2016).
Todas las organizaciones en la actualidad generan una gran cantidad de información,
tanto en sus procesos internos como en sus procesos externos. De allí, la importancia que tiene
una adecuada gestión de la información dado el valor que representa para las mismas, el cual ha
sido estudiado desde la antigüedad hasta el presente; gestión que hoy es soportada por lo que se
conoce como sistemas de información (Posner, 1972) (García H. & García P., 2015).
Se requiere entonces, en palabras de (Rodríguez S. & Colina V., 2018) que las
universidades incorporen las tecnologías para favorecer los niveles de acceso, registro y control
de información de calidad como apoyo al cumplimiento de objetivos estratégicos y la
consecución de procesos eficiente y eficaces.
La Universidad Tecnológica ECOTEC, en los últimos años ha formulado un conjunto de
políticas estratégicas, las cuales definen las directrices generales que norman los procesos en la
institución, entre ellas cabe mencionar las políticas de calidad comprometidas con la
consolidación de procesos sustantivos (docencia, investigación y vinculación) y de apoyo
alineados a una continua mejora, apuntando al uso e incorporación de tecnología y sistemas de
información que favorezcan el desarrollo institucional (ECOTEC, Políticas Institucionales, 2019)
Esta obra se comparte bajo la licencia Creative Common Atribución-No Comercial 4.0 International (CC BY-NC 4.0)
Revista de la Universidad Internacional del Ecuador. URL: https://www.uide.edu.ec/
124