INNOVA Research Journal 2017, Vol 2, No. 2, pp. 45-54
crear su propio emprendimiento. Los individuos con una alta necesidad de logro tienen una
propensión al riesgo moderada; por tanto, parece que la necesidad de logro afecta a la percepción
del riesgo y el emprendedor asume riesgos en forma calculada (Bealey, 2000).
El control percibido interno o bien el locus of control es el elemento que muestra el lugar
donde la persona sitúa el control de su vida. El control percibido es interno si la persona cree que
los resultados que obtiene en su vida son debidos a sí mismo. En cambio, una persona con
control percibido externo creerá que su actuación no va a influir en los resultados que obtenga.
Basará la explicación de los acontecimientos en la suerte, el azar, la influencia de otras personas
o grupos sociales de poder (Ayerbe y Buenetxea, 2000). Por lo tanto, dicha actitud es
fundamental para el trabajo y para una actividad emprendedora.
El control percibido interno se relaciona positivamente con el esfuerzo en el trabajo, con
nuevas ideas, con iniciativa, etcétera, y negativamente con la creencia de la suerte, ideas viejas,
decepción ante la no consecución de metas, obediencia, etc. Una persona con control percibido
interno es más persuasiva, busca más información, es más propensa a olvidar los recuerdos del
fracaso. Es muy importante que el emprendedor posea esta actitud, ya que a lo largo del
emprendizaje tendrá fracasos que deberá afrontar.
Efectivamente, la persona -y su empresa- tienen más éxito si posee un elevado control
interno, y responsabilidad. Esto hace que el emprendedor seleccione cuidadosamente su plan de
negocios, haciendo más probable el resultado exitoso (Blackman, 2004).
La autoestima, se puede explicar cómo la evaluación que se hace de sí mismo. Es la
confianza en la propia capacidad para pensar y afrontar los desafíos que surgen todos los días. La
autoestima positiva hace que las personas busquen objetivos exigentes que la estimulen y, al
lograrlos, su autoestima aumenta aún más (Branden, 1993).
La autoestima es una cualidad importante para que una persona sea capaz de enfrentar
muchos obstáculos y convertirse en emprendedora. Cuanto más confíe en sus propias actitudes,
con mayor perseverancia buscará sus objetivos y se convencerá de que es competente para
lograrlo.
La autoestima necesita tiempo y trabajo para lograrse; no basta solamente con pedirla.
Los individuos que la poseen son los que tienden a valorar sus logros y habilidades en forma
objetiva, sin negarlos ni exagerarlos. Asimismo las personas con baja autoestima son vulnerables
y se vuelven un blanco fácil de atacar. La autoestima actúa como un moderador frente a los
factores de riesgo del trabajo, razón por la cual es tan importante que el emprendedor posea una
alta autoestima, capaz de resguardar la armonía y la dignidad en condiciones de estrés (Harvey y
Keashly, 2003).
Por otra parte, Korunka et al. (2003), en sus investigaciones encuentran tres razones
diferentes que hacen que la persona emprenda:
A pesar de su voluntad, por ejemplo, al perder el trabajo (o bien cuando deja su trabajo
porque no encuentra cabida para sus ideas)
Revista de la Universidad Internacional del Ecuador. URL: https://www.uide.edu.ec/
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